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Cancelación
anticipada o sustitución del préstamo |
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Juan
ha comprado un décimo de lotería esta mañana.
Una vez en sus manos ha sido inevitable pensar en lo que haría
con el dinero del premio si tuviera suerte:
Si me tocara el primer premio pagaría la deuda
pendiente del préstamo y, así, cancelaría
la hipoteca del piso. |
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En algunas ocasiones puede haber circunstancias
extraordinarias que inviten a cancelar anticipadamente un préstamo;
mientras que en otras, alguna entidad financiera nos ofrece préstamos
en condiciones aparentemente más ventajosas, de forma que nos
planteamos si vale la pena pedir un nuevo préstamo a esa entidad
para cancelar el antiguo.
El objetivo final es dejar de pagar, si se cancela el préstamo
con recursos propios (el premio de lotería, por ejemplo; o
bien pagar menos, si se sustituye un préstamo por otro.
En el primer caso, la alternativa de Juan es decidir qué haría
con el premio si no cancelara el préstamo. La decisión
es complicada, porque si Juan prefiere gastar el dinero en un coche
o en un viaje alrededor del mundo, la utilidad obtenida no se puede
comparar con el dinero que se ahorra en concepto de intereses del
préstamo que cancela.
Cuando por el contrario la decisión se puede establecer más
objetivamente, como en el caso de sustituir un préstamo por
otro, podemos establecer el criterio de la cuota equivalente. |
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