FORMACION ON-LINE; ESTADO DE LA
CUESTION ( 5/7/2001)
La introducción de las tecnologías de la información
ha cambiado ya el paradigma de la enseñanza a distancia.
Hasta tal punto que el mismo proceso de aprendizaje y enseñanza
se ha deslocalizado de la relación bidireccional alumno-profesor
y su ámbito se ha hecho mucho más amplio que
el tradicionalmente atribuido al proceso educativo. En el
mundo de la economía
electrónica, el binomio formación-empleo cobrará
cada vez mayor protagonismo y el escenario principal para
el proceso de reciclaje constante al que obligan los cambios
acelerados que estamos viviendo ya no es la escuela o la universidad,
sino la propia empresa. Cobra especial interés, entonces,
analizar cómo se deben diseñar y conceptualizar
los nuevos entornos virtuales de transmisión del conocimiento,
el papel de la tecnología en la formación y
cómo se construye y se consolida el conocimiento mediante
el uso de dichos medios tecnológicos.
Hacer un análisis profundo de todo ello nos permitirá
despejar una de las incógnitas que más lastre
están poniendo a un arranque rápido y consolidado
de los procesos de formación virtual: las dudas sobre
su nivel de calidad y eficacia en comparación con los
procesos tradicionales de formación.
En cierto modo, estamos ante una comparación extrapolable
a lo que se dice siempre acerca de la eficacia de la publicidad
offline y online. El problema es que no se han desarrollado
aún instrumentos de medición que den un resultado
homologable en ambos casos. Y que lo que existe son formas
distintas para medir lo que acontece en cada canal, situándonos
aún en una fase prematura en lo referente al establecimiento
de estándares que permitan comparar, objetivamente,
con mucha más precisión, la eficacia de cada
canal y de cada conjunto de herramientas aplicadas a un mismo
tipo de problema.
Además, los nuevos conceptos surgidos de internet,
tanto en el entorno publicitario, como en el de la formación,
aún no están consensuados, de tal suerte que
términos como 'arquitectura del conocimiento', 'usuario
de internet', 'e-commerce' y tantos otros, por ejemplo, están
sujetos todavía a múltiples significados que
hacen difícil la interpretación de estudios
y mediciones.
Por otra parte, conviene reseñar que la utilidad
de la formación continuada para las empresas es algo
que sólo recientemente ha cobrado protagonismo. Y que
cada empresa, por tamaño, nivel de adaptación
a las tecnologías, sector y ámbito de actividad
y perfil de su plantilla, tendrá unas necesidades formativas
y de distribución del conocimiento ciertamente particulares
e individuales.
Una de las grandes dudas que se le plantea a los gestores
es la de evaluar hasta qué punto merece la pena implementar
un proceso de formación continuada, en este caso, asistido
por las telecomunicaciones, cuáles deben ser los límites
de dicha formación, en cuanto a contenidos y alcance
interno, y cómo se va a organizar todo un proceso que
fomentará cambios notables sin producir evoluciones
traumáticas en la habitual jerarquía del conocimiento
sobre la que se había estado sustentando la propia
empresa.
Como ayuda, quizás convenga leer un par de líneas
acerca de lo que opinan al respecto los mayores expertos en
formación a distancia, tanto españoles como
de otros países.
Un proceso de convergencia entre educación y empresa
que apenas comienza
Los expertos en entornos virtuales de formación Elena
Barberà, Josep María Mominó y Antoni
Bádia, todos ellos catedráticos de la Universitat
Oberta de Catalunya han publicado recientemente un libro que
se intitula "La Incógnita de la Educación
a Distancia", que, si bien tiene un enfoque psicopedagógico,
contiene puntos de vista y análisis que son de gran
utilidad en el momento de plantearse el fenómeno de
la educación online, tanto como proveedores de
dichos servicios, como desde el punto de vista del receptor,
de la empresa que está intentando averiguar si una
herramienta de ese tipo puede llegar a constituir una solución
para trabajar sobre sus problemas de competitividad.
Fuente: emarketeer.com
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